Vacación

La palabra latina ´vacúitas´ significa ausencia de algo, vaciedad. Puede ser también un estado de ánimo ´deficiente´ o una carencia. El verbo latino ´vaco´ se traduce por estar libre, ocioso. El adjetivo ´vácuus´ indica vacío, hueco, desocupado, disponible. De la misma raíz son ´vanus´ (vano), relacionada con desván e incluso devaneo, y ´vagus´ (vago), como vagabundo.

Metafóricamente, vacación se refiere a la ausencia de deberes laborales, a disponer de espacio y tiempo disponibles, desocupados. El verbo latino ´ótior´ (estar ocioso) se contrapone a ´nec-otium´ (no-ocio, negocio). Quien está constantemente ocupado se dedica al ´negotii plenus´ (´dedicación total´), como define Plauto.

Casi todo el mundo dice que necesita ´ir de vacaciones´, cuando realmente lo que quiere decir es que ansía ´estar´ de vacaciones´. Lo que importa es ´liberarse del trabajo´ no creativo, obligatorio, penoso. Algunos trabajan con la esperanza de poder liberarse de él de un modo definitivo. Sin embargo, Baudelaire dice que es necesario trabajar porque está probado que es menos aburrido que divertirse. Por otra parte, se le atribuye a Oscar Wilde la expresión ”solo trabajan los que tienen tiempo libre” (ver Trabajo). A muchos les gustaría poder experimentar el famoso ´dolce far niente´ de los italianos, que se supone posible después de un fuerte golpe de suerte (lotería), por ejemplo. Sin embargo, pocos soportarían ese supuesto placer, porque la inacción permanente se opone a la vida y, por eso, se torna inhumana. Además, la sabiduría popular ha sentenciado que “gente parada (?),  mal pensamiento”; y la moral tradicional ha definido la ociosidad como la “madre de todos los vicios”. No sería extraño, entonces, que la palabra ´víitium´ (vicio) tuviera que ver con ´vácuum´ (vacío).

Probablemente la auténtica ´vacación´ consiste en el cambio, en eliminar, siquiera sea temporalmente, lo que nos preocupa, controla o exige; en la liberación de las pequeñas opresiones diarias, del monótono pensar, de la pertinaz montaña que no hay ´fe´ que la mueva, para dedicarnos a otra cosa, de otro modo y quizás en otro sitio.

Del libro ´La Palabra y su Imagen. 101 palabras con historia´ , de Juan Verde Asorey  y Manuel Malillos Rodríguez.

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